1.
Dedicar tiempo a la oración antes y después del
estudio, pidiendo la ayuda y dirección del Señor para entender su
Palabra y actuar en consecuencia.
2.
Leer varias veces el pasaje que se estudia y, si es
posible, en versiones distintas.
3.
Estudiar el pasaje sin otra ayuda que el "Bosquejo de la
Epístola", anotando las conclusiones.
4.
Volver a estudiarlo nuevamente con ayuda de las
notas y contrastar los resultados.
5.
Responder a las preguntas de repaso.
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