APLICACIÓN PERSONAL

1.

La soberanía de Dios.

 

1.1.

En cada uno de los actos judiciales se está demostrando que Dios es el Soberano.

 

1.2.

La soberanía es una de las perfecciones divinas que tienen que ver con la misma esencia de Dios.

 

1.3.

La soberanía debe conducir a cada creyente a una entrega incondicional en reconocimiento de quien es Dios.

2.

La perversidad de los hombres.

 

2.1.

Se hace evidente la verdad bíblica que el hombre no tiene interés ni busca a Dios (Ro. 3:10-12).

 

2.2.

La garganta del hombre pecador, afectada por el pecado, no alabará voluntariamente a Dios ni le glorificará, sino que hablará mal de Él (Ro. 10:13-14).

 

2.3.

En contraste, la boca del salvo debe ser instrumento continuo para glorificar a Dios (Co. 3:16-17).