APLICACIÓN PERSONAL

   

1.

La responsabilidad del cristiano es evidente.
  1.1. Dios dispuso todo lo necesario para una vida victoriosa, pero el creyente debe dejar que el Espíritu lo conduzca en la senda victoriosa de la identificación con Cristo (Gá. 5:16).
  1.2. La condición exigida al creyente (Ro. 6:13,19).
  1.3. La acción demandada consiste en “presentarse” a Dios.
  1.4. Esto tiene que ver con un sacrificio personal y espiritual, que equivale a un total sometimiento a la voluntad de Dios (Ro. 12:1).
  1.5. Implica pureza de vida (2 Co. 11:2).
  1.6. Separación en santidad para Dios (Col. 1:22).
  1.7. Sacrificio voluntario con renuncia expresa a todo para colocar antes las demandas de Dios para la vida (Lc. 14:26,27,33).

2.

La identificación con Cristo exige una vida que testifique de Él.
  2.1. Esa es la demanda  (Hch. 1:8).
  2.2. Para todo ello necesitamos el recurso del poder del Espíritu (Gá.5.16).
  2.3. La ética cristiana sólo es posible para el cristiano, esto es, quien ha sido regenerado por el Espíritu.