APLICACIÓN PERSONAL

   

1.

La libertad cristiana sólo puede ser vivida en la medida en que el creyente no permita que cuestiones legalistas y tradicionalismos, limiten la acción conductora y liberadora del Espíritu.

2.

La libertad cristiana no puede ser tomada como ocasión para la práctica del pecado.
  2.1.

El pecado como elemento esclavizante se opone a la libertad cristiana.

  2.2.

La libertad cristiana se expresa ampliamente en el amor hacia el prójimo que se da, sin esperar recibir nada a cambio.

3.

La carnalidad genera disputas entre hermanos.
  3.1.

El creyente espiritual es capaz de soportar cualquier ofensa recibida en pro del mantenimiento de la paz.

  3.2.

Hay una bendición especial para quienes son pacificadores (Mt. 5:9).