Aunque hay muchos pasajes en la Biblia que describen lo
que la Iglesia debe ser y hacer, hay dos declaraciones
de Jesús que los resumen y que
constituyen una declaración de propósito
en sí mismos: El
Gran Mandamiento (Mateo 22:37-40) y La Gran Comisión
(Mateo 28:19-20).
"Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu
corazón, con toda tu alma y con toda tu mente... Amarás
al prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos
dependen toda la Ley y los Profetas"
"Por tanto, id ya haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu santo;; enseñándoles que guarden todas las
cosas que os he mandado"
Estos dos pasajes resumen todo lo que debemos hacer como
iglesia:
1. "Amarás al Señor con todo tu
corazón". La palabra que describe esto es
Adoración.
2. "Amarás a tu prójimo".
La palabra que describe esto es Ministerio. Amar
es dar. El ministerio es demostrar el amor de Dios a
otros satisfaciendo sus necesidades y sanando sus
heridas en el nombre de Jesús.
3. "Id ya haced discípulos".
La palabra que describe este propósito es Evangelismo.
4. "Bautizándolos". El
bautismo no es solamente un símbolo de salvación, sino
también de Comunión. Es la identificación con el
cuerpo de Cristo, en la comunión unos con otros. Como
cristianos somos llamados a pertenecer, no sólo a creer.
5. "Enseñándoles que guarden".
La palabra que utilizamos para referirnos a este
propósito es Discipulado. El discipulado es un
proceso para ayudar a las personas a que se parezcan más
a Cristo en sus pensamientos, en sus sentimientos y en
sus acciones.
Es evidente que la iglesia primitiva
incluyó estos cinco elementos en su trabajo. Un ejemplo
claro lo encontramos en Hechos 2:41-47: "los que
recibieron su palabra fueron bautizados, y se añadieron
(Comunión)... Y perseveraban en la
doctrina de los apóstole (Discipulado), en
la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y
en las oraciones (Adoración)... vendían
sus propiedades y sus bienes y lo repartían a todos
según la necesidad de cada uno (Ministerio).
Y perseveraban unánimes cada día en el templo, y
partiendo el pan en las casas comían juntos con alegría
y sencillez de corazón, alabando a Dios (Adoración).
Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían
de ser salvos (Evangelización; estaban
alcanzando a los perdidos)".
En base a lo expuesto, entendemos que el propósito por
el que existe la Iglesia unida de Vigo es llevar
personas a la fe en Jesús e integrarlas en la familia de
Dios. Que nuestro carácter se parezca al de Cristo,
glorificando a Dios y sirviendo en toda buena obra. |